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10. ¿Por qué no debemos plagiar?

La buena práctica del estudio en la universidad, y del trabajo intelectual en general, se basa en dos principios:

  • Usar la información ajena respetando y reconociendo nuestras fuentes.
  • Usar la información ajena para conocer, para aprender, para mejorar.

Dicho de otra manera: todo lo contrario a “copiar para salir del paso, rápido y sin esfuerzo”.

Debemos ser conscientes de que la información creada por otros es propiedad intelectual suya. Esto es así al margen de los costes de acceder a ella (gratis o de pago), de la forma o medio en que el contenido esté grabado (online, impreso, etc.) y de quien sea el propietario del soporte físico del documento si lo hay (tuyo, un amigo te lo presta, una biblioteca, etc.). Quien crea tiene derecho sobre su creación, y en el trabajo intelectual...

Está permitido:

  •  Hacer una copia privada, para uso exclusivamente personal, para estudiar mejor.
  •  Incluir breves fragmentos de texto ajeno entrecomillado, diferenciando bien lo prestado   de lo propio y citando y referenciando la fuente, la procedencia, como explicamos en CITAR.
  •  Reseñar, comentar, glosar, parafrasear, criticar, resumir o aludir a información ajena, de manera sucinta y proporcionada a la dimensión de nuestro trabajo, citando y referenciando la fuente de igual modo.

No está permitido:

  •  Insertar textos o datos ajenos sin entrecomillar y sin citar la fuente de procedencia.
  •  Incluir imágenes o gráficos sin citar la procedencia o con fines ornamentales, no informativos.
  •  Copiar texto ajeno haciendo pequeños cambios en el lenguaje usado para disimular.
  •  Comprar, encargar o pedir a otros los trabajos o estudios que vamos a firmar como autores.

¿Por qué debemos respetar todo esto, por qué no debemos plagiar?

  •  Porque perjudica nuestra formación y cualificación a largo plazo, nos hace peores profesionales.
  •  Nos acostumbra a un camino que nos empobrece, nos vuelve menos capaces, creativos, innovadores.
  •  Plagiar es con frecuencia un acto egoísta e insolidario que hace daño a personas inocentes.
  •  A nosotros tampoco nos gustaría que se aprovechasen de nuestro trabajo sin más.
  •  Puede entrañar además responsabilidades penales o sanciones académicas.
  •  Las mismas tecnologías que sirven para copiar con facilidad permiten descubrir los plagios.
  •  Usar, respetar y reconocer las fuentes promueve nuestra excelencia profesional, nos hace aprender.
  •  Y aprender nos hace más competentes, más autónomos, más libres y más valiosos.

En resumidas cuentas, no debemos plagiar porque queremos ser mejores, valer más.